Eduardo Amadeo nació el primero de mayo de 1947 en Buenos Aires. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio San Pablo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se recibió de licenciado en economía en la Universidad Católica Argentina en 1970. Después de su graduación realizó una especialización en Economía de la Innovación en la Universidad de Sussex, en Reino Unido. Unos años más tarde, en 1993, completó su formación en el Woodrow Wilson Center en Washington DC, Estados Unidos, al ganarse una beca de especialización en Políticas Sociales.

Su trayectoria recorre tres universos afines: la función pública, la vida académica y el área social. Desde muy temprana edad Eduardo descubrió su vocación pública y se formó para poder brindar desde su lugar un verdadero aporte a la sociedad argentina.

En junio de 1973, con tan solo veintiséis años, asumió su primer cargo público como Secretario de Obras Públicas y Mantenimiento de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. En septiembre de 1975 fue nombrado Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial , cargo del que fue desplazado por el golpe militar en Marzo de 1976.

Tras la vuelta de la democracia participó activamente en el proceso de la Renovación acompañando a Antonio Cafiero; y en Diciembre de 1987- habiendo sido Cafiero electo Gobernador, ocupó la presidencia del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Abandonó este puesto en 1991 para asumir su primer cargo electivo: Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires. Durante el mandato ejerció como Presidente de la Comisión de Educación y escribió la Ley de Educación Superior.

En 1994 dejó el Congreso para ocupar el cargo de Secretario de Desarrollo Social de la Nación. Durante los cuatro años que comandó la Secretaría impulsó algunos de los programas sociales más innovadores de la época, que aún persisten, como el Sistema de Información, la Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (SIEMPRO), el Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (CENOC), el Fondo de Capital Social (FONCAP), el PROMEBA (Programa de Mejoramiento de Barrios) y ASOMA (Apoyo Solidario a Mayores). Este último le valió, en el 2000, el Premio International Federation of Ageing a las innovaciones sociales para adultos.

El próximo paso de su carrera como funcionario público lo dio en 1998 al aceptar el desafío de asumir como Secretario de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico. Entre los logros más destacados de los dos años de gestión se encuentran la autoría de la primera Ley contra el Lavado de Dinero y la incorporación de la Argentina al Grupo Egmont/ GAFI.

Durante el 2002, en el tiempo de la gravísima crisis, ejerció como Vocero Presidencial y Vice Jefe de Gabinete de Ministros. Y en noviembre de ese mismo año asumió como Embajador ante la Casa Blanca en Estados Unidos y desde allí capitaneó la renegociación de la deuda con Organismos Multilaterales de crédito por 2.800 millones de dólares.

Ocupó la jefatura de gabinete de la Presidencia del Mercosur del 2004 al 2005 participando en la Creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Durante su gestión lideró la constitución del FOCEM ( Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur), que aún subsiste y lleva invertidos más de US$ 15.00millones en Uruguay y Paraguay.

En 2009 volvió a ser elegido como Diputado Nacional. Durante los cuatro años de mandato se convirtió en un valiente opositor del gobierno kirchnerista participando del Grupo de Acción Política por la Unidad (GAPU) y  del Grupo A. Desde su banca denunció la corrupción de los funcionarios K y ocupó un espacio de liderazgo dentro de la oposición.

En 2015 inició su tercera diputación por la provincia de Buenos Aires de la mano de Cambiemos. Durante su mandato fue presidente de la comisión de Finanzas e integró las comisiones de Previsión y Seguridad Social, Presupuesto y Hacienda, Salud, Acción Social y comisión Mixta Unicameral del Observatorio Parlamentario sobre la Cuestión Malvinas.

Pero la vida de Eduardo no solo se limita a la función pública. Hasta el día de hoy lleva recorrido un rico camino académico. Entre 1976 y 1979 lideró el equipo argentino de un proyecto de investigación sobre innovación en países en desarrollo, llamado “Instrumentos de Política Científica y Tecnológica”, que tuvo una amplia incidencia internacional en el campo académico y político.

Fue docente en las casas de estudio más prestigiosas del país y del exterior (Universidad Católica Argentina, Universidad de Buenos Aires, Universidad del Salvador, FLACSO y Ecole Polytechnique de la Universidad de Montreal entre otras), es autor de numerosas investigaciones vinculadas a la problemática social latinoamericana y publicó cuatro libros: La Salida del Abismo, Editorial Planeta (2008), País Rico, País Pobre, Editorial Sudamericana (2011), Políticas sociales, el desafío estructural, Consejo Profesional de Ciencias Económicas (2015) y Familia Líquida, Editorial Galerna (2019).

Entre todos sus logros, Amadeo considera que el más valioso es haber fundado en 1998 el Observatorio Social, una asociación civil sin fines de lucro que cumple con el propósito de apoyar al sector público, empresas y organizaciones a resolver problemáticas vinculadas al universo social.

Observatorio Social ha asesorado a gobiernos nacionales, provinciales y municipales y a organismos multilaterales a optimizar la administración de programas sociales. Entre ellos se destacan los gobiernos de países como la Argentina, Perú, Ecuador, Surinam, República Dominicana, Honduras y las provincias de Córdoba, Neuquén, Chaco, Misiones, Salta y la CABA; así como también al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Banco Mundial.

En la actualidad ocupa la presidencia de la Asociación Argentina de Políticas Sociales (www.aaps.org.ar), una organización dedicada a la discusión y difusión de cuestiones vinculadas a la administración de recursos sociales que se destaca por organizar importantes eventos académicos.

Por fuera de sus funciones ligadas al ámbito público, social y académico Amadeo también se ocupa de administrar una empresa familiar vinculada a la producción agropecuaria. Entre sus hobbies se destaca la participación en carreras de regularidad y la restauración de autos clásicos –renovó completamente un ejemplar del emblemático Justicialista modelo1954-.

Está casado con Beatriz Orlowski y es padre de cinco hijos.